Skip to content Skip to footer

Exposición temporal: Zurcir la imagen. Culto y advocación en la escultura de candelero

El Museo San Francisco te invita a sumergirte en la historia y el simbolismo de las esculturas religiosas vestidas. A partir del 23 de julio, la exposición «Zurcir la Imagen» te revelará los secretos detrás de esta fascinante tradición, que ha perdurado por siglos en Europa y América Latina.

A finales de la Edad Media, en el fervoroso contexto religioso de Europa, surgió una práctica que trascendería siglos: el hábito de adornar las esculturas religiosas con textiles de diversa índole. Esta costumbre, se arraigó profundamente en la devoción popular. Coronas, capas, cetros y joyas, elementos propios de la nobleza, fueron incorporados al ajuar de las imágenes sagradas, transformándolas en verdaderos altares portátiles. Con el tiempo, estos atuendos se volvieron cada vez más elaborados, adaptándose al ciclo litúrgico y respondiendo a las necesidades espirituales de las comunidades.

Con la llegada de los españoles a América, esta práctica se encontró con las cosmovisiones religiosas de los pueblos indígenas. A pesar de los intentos de imponer una fe única, los pueblos originarios adaptaron las imágenes católicas a sus propias creencias, creando un sincretismo religioso que aún perdura. Las vírgenes y santos europeos se fusionaron con deidades locales, adoptando atributos y funciones propios de las culturas precolombinas. 

En el contexto de la evangelización, la escultura de candelero desempeñó un papel fundamental. Su tamaño reducido y su fácil transportabilidad la convirtieron en una herramienta ideal para llevar la fe a los rincones más remotos del continente.Estas pequeñas esculturas, muchas veces ricamente vestidas, se convirtieron en los primeros altares de las comunidades recién evangelizadas. Alrededor de ellas se desarrollaron rituales y prácticas devocionales que permitieron a los fieles expresar su fe y encontrar consuelo en momentos de dificultad.

 
 

Museo San Francisco 2024. Todos los derechos reservados